Otra de mis lecturas de este verano, La chica de al lado, de Jack Ketchum y publicada por Carfax.
Me acerqué a la novela sin saber ni de qué iba porque a mi librera de cabecera, Enya Diez, le había horrorizado. Eso me hizo lanzarme de cabeza con un punto divertido, porque Enya y yo pocas veces coincidimos en nuestras lecturas y eso me encanta.
Cuando empecé a leer, me di cuenta de que conocía la historia real en la que se basa la novela y automáticamente comprendí el horror de Enya. No es para menos. La maldad humana es el mayor horror que puedo imaginar. Ni fantasmas, ni alienígenas, ni monstruos submarinos. El jodido ser humano da más miedo que cualquier otra cosa.
Así que no recomiendo la novela para pieles finas, porque yo la tengo como un hipopótamo y aun así me han dolido mucho muchas páginas. Es tremenda. Ahora bien, a mí me ha gustado mucho y creo que hay mucha miga y que daría para un club estupendo, si la mayoría no me tirara el libro a la cabeza, por supuesto.
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