En Leioa comentamos el otro día Castillos de cartón, de Almudena Grandes. No es su novela más conocida y por eso mismo me apetecía llevarla al club. Es una novela que siempre despierta en mí la nostalgia de los años universitarios.
Y el viernes tuve el placer de reencontrarme con Galder Reguera en Laukariz al calor de su Libro de familia. Gracias, Galder, por aceptar siempre la invitación y ser tan accesible y cercano. Charlar contigo es un gustazo.



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