He tardado, lo reconozco, pero al fin leí La muela de Rosario Villajos. Lo leí y lo disfrutá. Gracias, Rosario, por la frescura y las risas, por hacerme pasar un buen rato entre tanta lectura obligatoria.
Gracias, Maite, por el prástamo. ð
(Que nadie sufra, el chanchito no está muerto, es que ha estado de parranda. Y tiene una dentadura envidiable).
305816244_536955778230458_1659324820482597208_n_536955791563790.jpg

Deja un comentario